Lider se hace o nace

. martes, 2 de septiembre de 2008
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"no se trata de lo que quiera ser se trata de lo que como llegar a serlo"
Frecuentemente se escucha hablar sobre la importancia de saber motivar al personal.Se destinan horas de tiempo y de lectura a descubrir este tesoro escondido, que se parece a un viejo arcon con un libro enorme repleto de formulas mágicas, sin embargo esta es solo la segunda parte de la historia “o se puede motivar sin estar motivado”.
Uno se sorprende numerosas veces al ver a jefes novatos alcanzar objetivos de lideres experimentados dentro de la misma empresa, con escasa experiencia pero mucho entusiasmo .
La técnica se veía remplazada por el alto grado de automotivacion de personas que aun no habían “sufrido” los avatares de la tarea de conducir y tenían la ilusión intacta, como muchos de nosotros tuvimos una vez.

La mayoría de las personas que trabajan con gente a cargo no son actores ni deben serlo.

Y de saber actuar(que a veces es necesario, porque nos abstenemos de mostrar como nos afectan nuestros problemas persónales),no daría resultado en forma sostenida porque siempre terminan percibiendolo.Lo que suele suceder es que nuestra gente es nuestro espejo,y sin darnos cuenta un grupo con el que estamos trabajando muy bien, de pronto se vuelve diferente. Aparecen roces, quejas y desgano sin explicaciones aparentes. En esos casos, lo primero que deberemos hacer es preguntarnos ¿Como estamos?.
Si somos honestos, encontraremos la respuesta.
Pero cuidado, porque la tendencia es buscar los errores afuera y es necesario ser muy íntegros y maduros para, en primer lugar, reconocernos humanos y falibles, y en segundo lugar, saber que si la mayoría de las veces la motivación de nuestra gente parte de nosotros, el problema se simplifica: debemos trabajar más sobre nosotros mismos.

He aquí una de las razones por las que tener gente a cargo de manera responsable es una tarea tan agotadora.
El líder de equipo que toma en serio su labor se siente a menudo sin fuerza, cansado y abnatido, porque sus conducidos se alimentan de su voluntad la “vitamina” principal para recuperarse suele ser aquello que la gente nos devuelve con objetivos cumplidos, buena disposición, entusiasmó y por que no, reconocimiento de ellos a nuestro esfuerzo por intentar hacerlos mejor cada día. Es en este punto cuando recuerda lo bueno que es ser buen jefe.

Sin embargo, para ser líder es necesario ser un generador personal de energía, sobre todo cuando además su propio jefe no colabora en este sentido se encuentra solo.

El buen jefe trabaja mucho consigo mismo, se preocupa por estar bien, equilibrado, en armonía, relajado, motivado y saludable, porque de otra manera no tendría nada para dar.
Esto es una afirmación, vale decir, no hay dudas sobre este concepto. Pensamos al revés: ¿Qué se puede esperar de un líder desganado, enfermo, ansioso, preocupado, cansado y triste? ¿Que sepa disimular? ¿Cuanto tardaríamos en percibirlo?

Miremos hacia adentro unos instantes y preguntémonos como estamos en todos estos sentidos.El tiempo que dediquemos a sentirnos bien (viajes, meditación, gimnasia, dietas de salud, salidas, lecturas nutritivas, etc.)Se volcara luego en las personas que nos preocupan, cuando perciben que su jefe es feliz, porque la herramienta secreta de ese líder es SABER que el buen animo y la plenitud son y tan contagiosos como el bostezo.La primera persona que tenemos a cargo somos nosotros mismos, y si no nos sabemos motivar y conducir, no podemos pretender hacerlo con los demás sino con grandes dificultades.

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