La ocupacion del espacio

. miércoles, 27 de agosto de 2008
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El sentido del yo del individuo no esta limitado por su piel, se desplaza dentro de una especie de burbuja privada, que representa la cantidad de espacios que siente que debe haber entre el y los otros.

Escala hipotética de distancias:

Distancia de contacto
A esta distancia las personas se comunican no solo por medio de palabras sino por el tacto, el olor, la temperatura del cuerpo


Distancia personal próxima
La esposa puede permanecer a gusto dentro de la burbuja de su marido, pero quizás se sienta incomoda si otra mujer lo intenta.

Distancia personal lejana
Esta limitada por la extensión del brazo, es decir, el límite del dominio físico.

Distancia social próxima
En una oficina, la gente que trabaja junta normalmente adoptara esta distancia para conversar.

Distancia social lejana
Corresponde a conversaciones formales.Los escritorios de personas importantes suelen ser lo bastante anchos para mantener esta distancia con sus visitantes.

Distancia publica
Adecuada par pronunciar discursos o algunas formas muy rígidas y formales de conversación.
El presentador ante el grupo o el profesor en el aula dan señales, por la posición que ocupan, por la orientación que adoptan los demás, que están en su territorio o han venido a presidirlo.


El hombre necesita saber y hacer saber que territorio pisa. Si el suyo o el ajeno. Hay signos que lo manifiestan. Objetos propios que coloco como señales, sillas que muevo, pizarra que limpio, etc. La presencia de  un extraño  resulta incómoda. Y sentirse extraño también. En el aula  o  la sala de conferencia, los primeros minutos resultan algo  duros tanto para los oyentes que se saben  desconocidos como para el que va a dirigirles la palabra.

La presencia de un extraño resulta incómoda. Y sentirse extraño también. En el aula o la sala de conferencia, los primeros minutos resultan algo duros tanto para los oyentes que se saben desconocidos como para el que va a dirigirles la palabra.

Unas primeras señales de confianza, de conocimiento, de antigua o incipiente amistad, serán muy bien recibidas. Hablar, presentarse, hacer, hablar a todos cuantos antes, nos introducirá en un territorio común.

Si el territorio se describe bien como la “burbuja” de espacio que nos pertenece y a cuyo través nos comunicamos, habrá que decir que es una burbuja panzuda: por delante se agranda, la mirada es un abrazo que irrumpe, antes que nada, en el territorio del otro. Un grupo colocado en circulo (en “o” o en “u”) ya esta en posición de comunicarse.




Territorios que se defienden

El presentador, en la medida que le corresponda dirigir el encuentro, ha de cuidar los derechos de los asistentes. Se suelen tres tipos de territorios que no han de ser invadidos.
el espacio de uso y posesión: el territorio que se hace preciso para realizar una operación. El espacio que escribir, para poner la chaqueta. El derecho a ver al que habla. El derecho a que me dejen escuchar. El uso reiterado lleva a la posesión. Hay quienes no gustan cambiar de sitio. Mi silla, mi cenicero…. Y quienes, además, no lo consienten.

2. el turno de participación: si el tiempo de hablar es el bien escaso que se administra en estas ocasiones, el derecho al turno, a que se oiga la propia voz es de los mas sagrados.

3. Reserva de información. Como se hace natural la comunicación espontánea entre los participantes a una reunión de trabajó o un acto informativo o formativo, conviene recordar que cada cual tiene derecho a reservarse el acceso a una serie de datos acerca de si mismo. Como el contenido del cerebro, que no debe ser sometido a preguntas indiscretas, habría que contar con la previa anuencia de los asistentes para iniciar ciertas formas de participación y para valorar los resultados entre todos.

La vencidad y las distancias

La presencia continuada hace nacer una amistad. Con las personas queridas disminuye el propio territorio. Y la corta distancia provoca nueva intimidad. Entre vecindad y afecto se establece un doble vínculo de causa y afecto.

En caso de repulsión, por el contrario, crece la molestia mutua y el sentido de propiedad territorial. La proximidad se hace insufrible. Se procura la distancia y esta enfría la relación.

Los que están sentados cerca van intimando y solidarizándose, aunque no hablen entres si. Los que desean crear relación huyen en cuanto pueden. Entre el presentador o profesor y os asistentes de las primeras filas se establece una mayor comunicación, tanto informativa como de relación ocultarse o darse a conocer, incomunicarse o comunicarse.

El animal esconde en posición natural, las vísceras, partes blandas y vitales de su cuerpo. Y las exhibe cuando la relación es de confianza, llamada entrega. El hombre responde a esta dialéctica general. Su postura erguida ya es un símbolo de una racional (?) disminución del instinto de defensa. Pero conserva comportamiento paralelos al esquema defensa y entrega observada en lo animales.

La mesa, el atril, se interpone como una distancia y protección. Las manos ocultas u ocupadas con algún instrumento, revelan miedo o reserva. Las manos abiertas, tendidas hacia adelante, muestran no estar armadas, n crispadas en forma de garra, pezuña o hacha, abrochar, desabrochar un botón de la camisa o de al chaqueta puede significar cierre o apertura de una situación de confianza.

Inclinar la cabeza hacia un lado significa confianza y atención. El perro adopta esta postura al reconocer la voz de su amo. S i alguien nos escucha de esta manera, nos demuestra su interés y aceptación. Nos presenta la yugular en señal de entrega. Atender es una muestra de amistad indefensa.

Comunicar es entregarse. Atender es aceptar. Toda actitud que pueda significar ataque o defensa debe desaparecer entre los que hablan y escuchan. El miedo impide la comunicación.

Bases de la expresión vital: cerrado, abierto.

Hablar de pie. La verticalidad.

Somos bípedos pero de un solo punto de apoyo.El otro sirve para guardar el equilibrio, para girar rápidos, para caminar.Nos sentimos tan agustos, tan seguros sobre un pie, que exagerar la postura (arqueando el otro) resulta desafiante.petulante,”mal educado”.

El eje único nos permite girar el tronco a unos y otros. Inclinarnos levemente, cimbreamos.Los brazos se mueven con soltura. Estar de pie supone una actitud de servicio, de disponibilidad propia del dinamismo del líder. El mantenerse agarrado a la mesa, al bolígrafo, al atril o al pie del micrófono denota necesidad de protección.

No es bueno ofrecer el perfil o la espalda mientras se habla. Dirigirse a nuestros interlocutores supone mirarles y dejarse mirar de frente. Girar hacia unos y otros, con suavidad, es normal. Estar torcidos, mirar de lado, se interpreta como rigidez timorata, reserva o amenaza, reprimidos.

El profesor o presentador que avanza en la sala para estar próximo a los más lejanos, termina dándoles la espalda a los de las primeras filas. Cambiar de posición en la clase, en puntos hacia los que todos puedan volverse es un medio de equidistar de todos. Pero convendrá no dar continuos paseos que causan mareos o incomunicación.

El sentimiento de dominancia-dependencia esta muy relacionado con la posición arriba-abajo.El que habla de pie asume ciertos liderazgo. Su relación con los que escuchan sentados tiene otras connotaciones.La Postura sedente se considera una ocupación mas estabilizada del lugar: ellos son los señores y el que esta de pie les sirve.

Para hablar en una sala grande a mucha gente se hace preciso hablar de pie. Te ven mejor, tienes una mayor amplitud expresiva y la respiración diafragmática se hace plena. Obsérvese que en el cine el encuadre más comunicativo es el de ¾ o plano pierna.

Las piernas no deben separarse mucho. Evitemos dar pasitos adelante y atrás (efecto de cierto nerviosismo) o el balanceo continúo que produce apoyarse alternativamente en una y otra pierna.

Cuando se habla desde un planotas elevado, se evitara levantar la barbilla. Es preferible una pequeña inclinación hacia delante para que los rostros queden en paralelo.

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